insólitos del 7 de agosto de 2010

¿Y a los cráteres cuándo los reinauguran?

Tuvo amplia difusión la noticia: reinauguraron la gigantografía de Eva Perón que está en el velódromo (técnicamente, se supone que esa zona semiabandonada por la gestión del PJ se llama “Complejo Evita”). Y es lo único que reinauguraron, claro. El asfalto sigue siendo un desastre, como en el cráter de la foto, los juegos en el parque siguen igual, la iluminación nocturna es terrorífica... pero ¡la gigantografía quedó preciosa, mire!



Dios, sálvanos...

Parece que el Altísimo no está muy de acuerdo con el proyecto del Puente a la Isla del Puerto. Cada vez que están por avanzar en la concreción de la controvertida iniciativa, algo pasa: o llueve copiosamente, o crece el río, o se inunda la zona... Dice Cristina, una de las más activas asambleístas (y atea redomada) que en cualquier momento se vuelve creyente...



Separados al nacer: Eric Calcagno y Manolito

Manolito, el personaje de Mafalda, y el senador Eric Calcagno, economista destacado y kirchnerista convencido. ¡Es iguaaaaaaaaaal! (Podría decirse que uno de ellos es un personaje segundón, que inició su actividad de la mano de su padre y que está muy cerca de la protagonista principal de la historieta, mientras que el otro es un dibujito de la tira de Quino. Pero todavía tenemos algo de simpatía por Calcagno, así que dejamos la broma para más adelante...)



Distribución de la riqueza entre los ricos

Los números son contundentes: la propuesta de Carrió, la Sociedad Rural y la UCR de reducir las retenciones implica que sobre un universo de 72 mil productores, el 8 por ciento de ellos —o sea 5.700 productores— van a embolsarse aproximadamente seis mil millones de pesos. La cifra es real e impacta. Lo que Carrió, la Sociedad Rural y la UCR no explican es por qué, con qué argumento y en base a qué estrategia política van a poner semejante liquidez en tan pocos bolsillos. Según dice Pedro Peretti, de la Federación Agraria, “semejante decisión no sólo es un dislate, sino una verdadera amenaza para los miles de productores pequeños y medianos que arriendan aún algún pedazo de campo. Pues con esa misma plata, nos van a desplazar de los campos que nosotros estamos trabajando. Defender esa idea sería como festejar que la guillotina funciona poniendo nosotros mismos la cabeza”. Clarita la sintesis.



Carros tirados por... cartoneros

Suena lógico. Y es política y ambientalmente correcto: reemplazar los carros tirados por caballos, por carros tirados por personas. Está bien, es muy humanitario, hay que proteger a los pobres equinos. De dar un trabajo digno a las personas ni hablar ¿no?

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