insólitos del 26 de septiembre de 2009


Aprendiendo periodismo en Concepción I (o “Échale la culpa a otro”)

Resulta que el decano de Salud, Jorge Pepe, manda una carta de lectores a La Calle reclamando por un error en la noticia sobre la UNER. Un errorcito, mire, una cosita de nada, simplemente le recuerda al diario más viejo de la ciudad, que la Facultad de la UNER es de Ciencias de la Salud, y no de la Alimentación. Y desde el diario le contestan –¡enojados, además!– que ellos copiaron y pegaron textualmente de la DGIP, así que reclámele a ellos. Les faltó agregar: “Nosotros jamás corregimos las noticias que copiamos y pegamos. Es más, de hecho ni siquiera corregimos las nuestras”.  


Aprendiendo periodismo en Concepción II (o “Pasala y que no vuelva”)

Como no hay dos sin tres, lo del Insólito anterior no terminó ahí, porque en el sitio de LT11 ¡también copiaron y pegaron con el mismo error! No, si es contagioso...



Premio anual “Bad Milk”

No queremos ser mal pensados, pero parece que La Calle la tiene contra la Uner. Este comentario publicado tras el homenaje a Quino que se realizó en Paraná, se lleva el premio anual “Bad Milk”, que otorga la empresa Leche Vicco. Un premio aparte, como siempre, para los horrores (“Humberto Ecco”).


Encausar o encauzar

Un error muy común. No es menor la diferencia, porque “encausar” es Formar causa a alguien, proceder contra él judicialmente”. En cambio, “encauzar” (lo que en realidad dijo el entrevistado) es “Dar cauce”, “Encaminar, dirigir por buen camino un asunto, una discusión, etc”. (Clarín, Entrevista a Aníbal Pérez Liñan)




Objetividad periodística

Ya que estamos con el debate por la Ley, una perlita del pasado: así presentaban los diarios la “sanción” (por decreto) de la Ley de la dictadura. Fíjense qué sobriedad, qué mesura. Nada de “Ley mordaza”, “Ley para controlar a los medios”, ni nada por el estilo. El recorte es de La Prensa, pero Clarín y La Nación no publicaron nada distinto. Salvo en la serie de Spielberg “Volver al futuro” y en los manuales de historia, el pasado no se puede modificar. Así que por decencia y para evitar el contraste, podrían ser más mesurados ahora ¿no? (Imagen tomada del libro Decíamos ayer, de Eduardo Blaustein y Martin Zubieta).

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