insólitos del 23 de abril de 2010

ESPECIAL LA HAYA



Ni Dios nos salva... de los asambleístas

Si usted era de los que creía que con el fallo de La Haya se iban a terminar esas absurdas exageraciones de los asambleístas, lamentamos comunicarles que ¡se equivocó! Para muestra, basta este botón, las simpáticas banderas que se empeñan en seguir comparando Finlandia con Hitler y las apelaciones a que Dios ¡Oh Dios! nos salve... ¿Quién nos salva de estos fanáticos?






Violadores y violaciones

Al parecer a varios les gusta la idea de mezclar churros con berenjenas y por eso, violación más violación menos ¿qué diferencia hay entre incumplir un punto de un tratado y violar a una persona¿ ¡Cé gual! Así que los uruguayos pasaron a ser violadores, y no fueron pocos los periodistas que escribieron cosas como “el fallo reconoció la violación pero le dio el triunfo a los violadores” ¡cuac! Con esa misma metodología habría que decir que el corte sangra por la herida (¡cuac!), que el falló de la Corte falló (¡cuac!) y que el Urri y la Crischu son federales porque se lavan las manos con jabón Federal (recontra ¡cuac!).


Nostradamus trabajaba en El Miércoles

Fíjense cómo terminaba esta nota, cuatro años atrás, en el semanario El Miércoles, cuando el Gobierno anunció que iba a La Haya. ¿Poderes proféticos... o es que no había que ser tan vivillo para darse cuenta de lo que pasaba?







Foto que parla

Aquí, como siempre en exclusiva, damos a conocer lo que ningún otro medio revela: la verdadera posición del Gobierno frente al fallo de La Haya.











La viga en el ojo propio: para circuito, un poco breve

Nos dice al respecto uno de nuestros atentos lectores: “En la nota sobre el futuro asfaltado del circuito, me parece que es demasiado corto y demasiado ancho, 16 metros de ancho por cuatro de largo. Si ofender a las colectividades me parece un cuento gallego. Saludos. Andrés Pepino Mardon”. Gracias Pepino. ¿Allí se correrán carreras cortas?




Daltónico

Patronato es “rojinegro”, y no “aurinegro”, que quiere decir “oro y negro” (LT11).

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